Damos Gracias al Señor que aunque el agua caída trajo bastantes estragos y desastres a nuestro país en la zona centro sur y nuestra región fue la más afectada por los caminos cortados, calles convertidos en verdaderos ríos y hogares inundados, el Señor cuidó de los suyos por lo menos en nuestra ciudad.
Y aun cuando las clases fueron suspendidas los alumnos de nuestro comedor prefirieron auto albergarse voluntariamente en nuestro templo, prefirieron compartir en jugando ping-pong o viendo las noticias en la televisión o simplemente compartir de una larga y familiar conversación.
Una vez más el propósito del comedor de la Iglesia cumplió su Misión de servir en todo momento. Al Señor Jesús damos la Honra por brindarnos este hermoso trabajo de servicio.-
amén
Mirad cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonia. Salmo 133:1
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